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viernes, 19 abril 2024

“V´s centenarios”: Villalar, Logroño, Noáin y Fuenterrabía

 

Varios de los acontecimientos que tuvieron lugar en el Siglo XVI parece que, por su peculiar consideración y/o la índole de su relevancia, también de la importancia que otros le señalan o de la propia que les atribuyamos, son recurrentes a la hora de tenerlos en cuenta y/o de hacer posible, casual o expresamente, cita de ellos. Tal consideración descriptiva, que puede ser tomada como generalista hacia otros Siglos, acontece que aquí, en este concreto del Siglo XVI, alcanza unas relevancias, que  pueden ser constitutivas de categorizarlas como intelectivamente referenciales, o sea: dadas a concreción argumental que sobre ellas se adscribe, pero que, en nuestra consideración, y sin olvido de lo anterior, podría tal vez tener otras descripciones.

 

De todo el Siglo XVI, donde vehiculan varios y diversos aparatajes, que son tratados por los diversos especialistas, en el ejercicio de su profesión, así como por eruditos de gran prestigio e incluso con derivadas hacia la recreación literaria, que nos introducen en  un mundo de vivencias pasadas (con protagonistas personajes que hacen de vehiculares interaccionantes), donde descriptivamente nos lo hacen propio, nos vamos, en la asignación de contenidos, a situarnos  más concretamente en el año 1521, que a lo que oteamos, parece que está siendo objeto de amplios recordatorios, puede que tal vez incluso ampulosos, donde algunos, es una opinión, de todos los posibles de ellos citados, parece que sin excepción alguna, están siendo masivamente laudatorios.

 

La cuestión nos parece estribar en que, con la observación singularizada de cada uno de ellos, en lo que nos hemos tal vez percatado, pudiera ser que, sin duda alguna, constituyera por sí, un interesante informante que, sobre el uninominal asunto/caso/cotejo, aportará visualización comprensiva sobre el mismo, aunque aconteciera que, y desde nuestra consideración, no contribuyera al completo de la misma, situándolo en toda estimación que se procesa como alusiva y  que adolece, en nuestro criterio y sostenida opinión, del preciso contraste integral y, por ello, necesitaría de una información orlada acompañante que, al expandir el campo referencial, nos aportase más datos informantes.

 

En el año 1521, nos están hablando del “V Centenario de la Batalla de Villalar” -.- que acontece el 23-4-1521-.- {y viene precedida, entre otros eventos, cercanos como la Batalla de Tordesillas (5-12-1520) y de otros preludios, un poco más distantes, tales como el “Encuentro de los Habsburgos” en Mojados (12-11-1517), así como de otros intermedios como las celebraciones de las Cortes Aragonesas (16-1-1516), las sucesivas Cortes de Barcelona (28-1-1519;16-4-1519;12-5-1519), Cortes  de Valencia (17-1-1520) y las Cortes de Santiago de Compostela y La Coruña (31-3-1520;25-4-1520) -.-.

 

En estas Cortes de Galicia, se hace necesario, es una opinión, indicar que asistieron 16 de las 18 ciudades con voto en Cortes {distribuidas en los Reinos de la época son: [1º] Reino de Sevilla (Sevilla); [2º] Reino de Jaén (Jaén); [3º] Reino de Córdoba (Córdoba); [4º] Reino de Murcia (Murcia); [5º] Reino de Toledo (Cuenca, Guadalajara y Madrid; nos asistió Toledo); [6º] Reino de León (León -.-representaba también a Asturias-.-), Toro y Zamora -.- representaba también a Galicia-.-); no asistió Salamanca (-.-representaba también a Extremadura-.-); [7º] Reino de Castilla ( Ávila, Burgos, Segovia , Soria y Valladolid)  y [8º] Reino de Granada (Granada)}. De esta forma con esos 8(reinos)+3 (representaciones) de los `espacios territoriales´ -.- al inicio de la Edad Moderna Hispánica -.-, no se cae en el `manido afán´, ¡e `indisimulado efecto centralizador´!,  de las colmataciones territoriales que, en la mayoría de los casos, podría desdibujar la perspectiva, además de promover un todo rasero generalístico que podría desvirtúa conceptualmente la consideración personalizada a cada una de las partes. El Proyecto de “Ley Perpetua” del “movimiento comunero” no habla, en nuestra opinión, ¡y en ningún momento!, de la anulación de “esos 8(reinos)+3 (representaciones)” y menos aún, ¡claro está!, de los estrafalarios inventos territoriales del 31-7-1981.

 

Sobre la Batalla de Villalar, de cuya aspecto singular ya, en tiempo pasado,  en versión no profesionalizada, nos hemos ocupado, dándole nuestra propia impronta y que ahora reinicia su otra posible estimación, sin olvido de aquella `sui generis tregua´ (del 1-3-1521 al 9-3-1521); o sea  en lo que podríamos asemejar a una dimensionalidad referencial que, tal vez, podría estimarse más ambiental e inclusiva, alejada de marginalidades. Tal temática ha sido ampliamente tratada por especialistas de diferentes ramas del conocimiento, que nos merecen, desde nuestra comprensión, nuestra más alta consideración y consecuente felicitación. Ahora nos sumamos, desde la situación particularizada del llamado “movimiento comunero”, y su territorialización concretizada, a lo que fue su antes, lo que supuso su acción presencial y aquello que podría conjeturarse como su después más o menos armónico y hasta idealizado.

 

En tal estadio también recordamos aquellas interrogaciones, que ya formulamos en 2018, a propósito del “movimiento comunero” y que partiendo de una pregunta foránea que nos formularon, tal cual: ¿Existieron acuerdos entre los sublevados contra Carlos I y los ejércitos de Francisco I?, expusimos como respuesta lo siguiente: ” Se han dado una relación de situaciones concomitantes de ambos, que están detalladas en: (1º) ¿A comienzos de 1521, Pero Laso de la Vega no informó de que un espía francés había permanecido 15 días en Valladolid (instigando la neutralidad de la Junta Comunera ante la invasión de Navarra).?; (2º) ¿El conde de Nájera no denunció conversaciones entre franceses y comuneros (producidas sobre el mes de marzo)?; (3º) ¿ El Duque de Alba, en carta a la Reina Catalina, no señala el azuzamiento de las Comunidades por Francisco I para levantarse contra Carlos I y que acudiría, invadiendo Navarra y sitiando Logroño, en auxilio de las Comunidades ?; (4º) ¿En la obra de D M. Fernández no se describe el convencimiento de Carlos I por la connivencia entre Francisco I y las Comunidades?; (5º) ¿Los documentos de Esparre no confirman la entente entre la Corona Francesa y las Comunidades?; (6º) ¿Los tres espías detenidos en el País Vasco no son prueba del acuerdo de la Corona Francesa con las Comunidades?”, dejando el espacio abierto a otras más consiguientes.

 

En el año 1521, nos están hablando del “V Centenario del cerco de Logroño” que acontece en la fecha del 25-5-1521 (y que tiene una duración de 16 días), y lo hacemos con los preludios anteriores {en la Conquista de Navarra (21-7-1512)}  y más cercanos {llegada de 12.000 soldados franceses a la Baja Navarra (en 10-5-1521, a 17 días de la Batalla de Villalar), toma de San Juan del Puerto (15-5-1521), Roncesvalles (16-5-1521), Isaba, Pamplona (21-5-1521}, de cuyo también concreto aspecto singular ya, e igualmente en tiempo pasado,  y análogamente en versión no profesionalizada que aclaramos, nos hemos ocupado, dándole igualmente nuestra propia particular impronta y que ahora, por aquello que efectuamos de la ampliación del espacio de la focalidad no restringida, reinicia nuevamente, en nuestro hacer interpretativo particularizado, su nueva estimación y hasta posible consideración renovadora, iniciándola desde nuestra particular óptica observante, en lo que podríamos asemejar a una amplitud dimensionalidad referencial que, tal vez, podría estimarse más inclusiva y sugerente.

 

El Cerco de Logroño nos ha dejado la “fiesta del Pan y el Pez” ( de los Días de San Bernabé, a 11 de junio), así como la chispeante  anécdota del “Buey Lustroso”, pero también, y debemos decirlo, el que la urbe de Logroño, en el Reino de Castilla {ubicada a 43 km de San Millán de La Cogolla (donde están los restos de San Millán -.-Patrono de Castilla-.-, y es la cuna de la Lengua Castellana)}, fue cercada por ejércitos franceses del soberano Francisco I de Francia -.- comandados por Generales  franceses -.- que provenían desde el Reino de Navarra, tras haber conquistado la ciudad de Pamplona-.-. y que fue librada de tal cerco por un ejército donde, según las informaciones consultadas, figuraban soldados del “movimiento comunero” que habían combatido en la Batalla de Villalar, pasando de su oposición a Carlos I a su colaboración, que pudiera ser forzada, con las tropas realistas.

 

En el año 1521, nos están hablando del “V Centenario de la batalla de Noáin” que tiene lugar el 30-6-1521 (a 19 días del levantamiento del cerco de Logroño y a 68 días de la Batalla de Villalar), de cuyo también concreto aspecto singular ya hemos hecho algún comentario, e igualmente en ese otrora que fue del tiempo pasado,  y análogamente, dejamos sentado, desde el posicionamiento en versión no profesionalizada que matizadamente aclaramos, nos hemos ocupado, dándole igual y análogamente nuestra propia particular impronta {recordamos que en tal Batalla de Noáin, contra los ejércitos franceses, participan soldados provenientes de diversos lugares Reino de Castilla (Ávila, Burgos, Palencia, Medina del Campo, Segovia, Valladolid,…; provincias vascas Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), Reino de León  (Salamanca, Toro,…)} y que ahora, por aquello que interrelacionadamente efectuamos de la ampliación del espacio de la focalidad no restringida, se reinicia nuevamente, en nuestro participado hacer interpretativo particularizado, con la observancia de su vislumbrada nueva estimación y hasta otra  posible consideración renovadora, efectuándola desde nuestra particular óptica observante, en lo que probablemente podríamos asemejar a una alternante amplitud dimensionalidad referencial que, desde un tal vez, podría estimarse más ambiental, inclusiva y sugerente. 

 

Obviamente, y en nuestra consideración, la Batalla de Noáin puede prestarse a la interpretación variada y, en todo caso y siempre, plural y versátil, pero ello no es óbice para reconocer su: (1º) extraordinaria importancia, (2º) alta cualificación estratégica, (3º) significada acción disuasoria de la misma; (4º) efecto sobre el “movimiento comunero”. Seguramente, ello puede ser posible, también se festeje fuera del ámbito de las cercanías de Noáin, a poca memoria histórica que se retroactive, en “esos 8(reinos)+3 (representaciones)“

 

En el año 1521, nos están hablando del “V Centenario del cerco de Fuenterrabía” que tiene lugar el 6-10-1521 y es tomada el 18-10-1521 -.- siendo recuperada en 1524-.-, de cuya aspecto singular  no habíamos hecho, en tiempo pasado, ningún tipo de estimación y/o consideración participada, pero que ahora, al promover esta nueva instrucción procedimental, desde nuestra particularizada observancia, nos ha parecido interesante aunarla a las demás. Fuenterrabía queda como un objetivo permanente, en pro de su recuperación, de Carlos I. 

 

El 24-2-1525 tuvo lugar la Batalla de Pavía {posterior que fue a la Batalla de Bicocca (27-4-1522)}, ganada por los ejércitos de Carlos I, en ella es hecho prisionero Francisco I de Francia (por el vasco Juan de Urbieta, el gallego Alonso Pita da Veiga y el granadino Diego Dávila). Después de un año prisionero en Madrid, fue canjeado (tras las Capitulaciones del Tratado De Madrid) por sus hijos, de 7 y 8 años de edad, en la mitad del Bidasoa, a marzo del año 1526, en Fuenterrabía.

 

Estos tales cuatro acontecimientos precedentes tienen lugar en el transcurso del espacio temporal de 166 días y aunque a simple vista pudieran no estar relacionados entre sí, otras referencias paralelas podrían alumbrar, sin olvido nunca de lo particular de cada uno de ellos, otras consideraciones, que podrían indicarnos otras vías posibles para la consideración de aquellos hechos.

 

Las relaciones que se establecen desde los reinos de los Reyes Católicos por, parece ser las intervenciones y/o acuerdos del Rey Fernando El Católico {el ganador de la Batalla de Toro (1-3-1476), que con ello asienta el trono de su mujer Isabel I de León}, dan una ligazón de alianzas, por vías de matrimonio, de los hijos de los Reyes Católicos con los principales Estados Europeos en el comienzo de la Edad Moderna. Así fueron los casamientos: (1º) Isabel con Alfonso de Portugal  y, en fallecimiento de aquél, después con Manuel I de Portugal; (2º) Juan, fallecido (en Salamanca) a los seis meses de la boda,  con Margarita de Austria; (3º) Juana con Felipe de Austria; (4º) María con Manuel I de Portugal; (5º) Catalina con Arturo y, en fallecimiento de aquél, después con Enrique VIII de Inglaterra. 

 

De estos casamientos, nos parecen instructivos los establecidos con la `casa de Austria ́, tanto por Margarita como por Felipe, que dan una impronta vectorizada, de especial relevancia, sobre el espacio político europeo de la época, visualizando unos bloques estatales, de muy amplio dominio político, que albergan, por sí mismos, unas alternativas posteriores y que, en todo caso, y con alta precisión, diseñan un marcaje sobre otro estado europeo como es Francia. No en vano, y lo debemos tener en cuenta, que la Corona Aragonesa es competidora en el espacio mediterráneo de los intereses franceses en el mismo.

 

Esa confrontación inicial entre los intereses de la Corona Aragonesa y los de la Corona Francesa, parece que no hizo más que empezar  y que, del inicial umbral en la saga/estirpe de Fernando, pasa a ser causa común aplicativa en herencia del matrimonio real.

 

El fallecimiento del Emperador Maximiliano I (12-1-1219), deja vacante el Sacro Imperio Romano Germánico, que pasa a decisión de los 7 electores (Alberto Arzobispo de Maguncia; Hertnao Arzobispo de Colonia; Ricardo Arzobispo de Tréveris; Federico Duque de Sajonia; Luís Rey de Bohemia; Joaquín Marqués de Brandeburgo; Luis   Conde Palatino en el Rhin), que eligen (el 28-6-1519) al Rey  Carlos I (reinante en varios Reinos de Hispania) frente a Francisco I Rey de Francia y a Enrique VIII de Inglaterra.

 

Salió electo emperador Carlos I, pero los otros aspirantes, Enrique VIII y Francisco I (que seguramente tenían alta información sobre los que acontecían en la Europa de aquel momento y más en concreto en la península Ibérica), hicieron causa común amigable, el 30-5-1520, en el espectacular encuentro,  de 18 días de duración, en “Camp du Drap D´Or” (“Campo del Paño de Oro”), donde ya Francisco I se hizo acompañar por el aspirante al trono de Navarra. Al año ya estaban los ejércitos franceses entrando por la baja Navarra (preparar un ejército de 12000 hombres, con sus respectivas intendencias, lleva su tiempo) y acontece, entre medias, el pronunciamiento del “movimiento comunero”, posiblemente instruido/ideologizado/participado desde las aulas conventuales/universitarias de la tierra leonesa salmanticiense.

 

Todas las posibles conmemoraciones de los “V´s Centenarios” del año 1521 son factibles y, desde su pluralidad expresiva, hasta educativas.

 

Francisco Iglesias Carreño  

 

                                                                             

 

                                                                             

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