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martes, 10 septiembre 2024

Del trabajo a la calle: Cruz Roja revela que el 66% de las personas sin hogar tenían trabajo y vivienda

El 53% de las personas sin hogar atendidas por la Organización Humanitaria han nacido en España, y aumentan los casos de mujeres

 

Un 66% de las personas sin hogar atendidas por Cruz Roja estaban en una situación normalizada en cuanto a vivienda y empleo antes de entrar en la exclusión residencial: un 25,5% de este grupo desempeñaban trabajos en la economía sumergida, otro 33,4% lo hacían con contratos a tiempo completo y un 7,2% con contratos a tiempo parcial. Hasta ahora, el empleo era un mecanismo de inclusión social que aseguraba los ingresos y las relaciones personales, pero la pérdida de calidad en el trabajo ha destruido en parte esta premisa.

Así se desprende del exhaustivo estudio realizado por la institución sobre la discriminación y la vulnerabilidad social de las personas en exclusión residencial y publicado bajo el título ‘La discriminación y la vulnerabilidad social de las personas en exclusión residencial atendidas por Cruz Roja’. El informe destaca una serie de conclusiones que desafían estereotipos y resaltan la complejidad de las situaciones que atraviesan estas personas, profundizando en el análisis de esta situación, los perfiles, las vivencias y las percepciones en primera persona como hilo conductor de las situaciones de discriminación que afrontan.

El estudio revela que, a medida que pasa el tiempo y terminan en situación de calle, las dificultades y la disminución de expectativas empujan al abandono en la búsqueda de empleo: una de cada cuatro personas sin hogar que llevan en situación de sinhogarismo 4 años o más no han intentado encontrar empleo en el último año al estar seguras de que, precisamente por su situación, no les van a aceptar. De ahí la importancia de extender iniciativas en las que se proporciona directamente una vivienda individual y estable a la persona sin hogar, al tiempo que ésta recibe acompañamiento individualizado en su proceso de reinserción, como la metodología Housing First.

El estudio de Cruz Roja también rompe con el estereotipo de que las personas extranjeras son las que más viven en la calle, ya que el 53% de las personas sin hogar atendidas por la Organización Humanitaria han nacido en España, y revela un importante incremento del sinhogarismo femenino: aunque sigue siendo mayoritariamente masculino (82%), la cifra de mujeres en situación de calle ya llega al 18%.

En cuanto a la edad, el grupo mayoritario es de las personas de 45 a 64 años (51%), y un 18.5% tienen menos de 30 años percibiendo un aumento de estas personas en los últimos años.

Soledad, discriminación y mala salud

La percepción de su salud entre las personas sin hogar es significativamente peor que la del resto de la población (15.9% frente al 7.04% afirman que su salud es mala o muy mala).  Las personas sin hogar se perciben con un peor estado de salud mental y emocional respecto a la población general ya que declaran más problemas emocionales destacando especialmente el sentimiento de soledad, 4.3 veces más que entre la población general (43.2% frente al 10.1%), la depresión, 3.7 veces más que entre la población general (36.5% frente al 10%) y tristeza (34% frente al 16.9% general).

Tanto hombres como mujeres viven mayoritariamente solos, sin pareja en el 88.7% de los casos, y la mayoría sin hijos e hijas, aunque los tengan. El aislamiento social de las personas sin hogar es acusado, el 31% de las personas encuestadas manifiestan que se sienten socialmente aisladas, y que no pueden contar con la ayuda de nadie. Una de cada cuatro personas encuestadas se encuentra en aislamiento severo ya que no ha mantenido contacto por ningún medio con ninguna de las figuras socioafectivas más universales.

Contra el estereotipo dominante, el consumo de alcohol es incluso ligeramente inferior al de la población general, situándose en el 34.3% entre las personas en situación de calle, frente al 35.1% de la población general.

Prácticamente ocho de cada diez personas sin hogar (78.1%) ha experimentado discriminación, destacando la relacionada con la aporofobia (68.3%) junto a rechazo por origen, minoría étnica, edad, sexo o estado de salud. Las discriminaciones más graves son llevadas a cabo por personas cercanas (46.8%), pero también afirman haber sentido la discriminación por la administración pública (19.2%) o los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado con humillaciones y trato indigno. Sólo el 15.5% de quienes han sentido discriminación han acudido a la policía o el juzgado, ya que consideran que es inútil su denuncia (30.9%). Una de cada cuatro personas sin hogar atendidas ha sufrido discriminación en el acceso a la vivienda

El sinhogarismo oculto: mujeres y jóvenes

Si bien el sinhogarismo y la exclusión residencial visible son fenómenos que afectan proporcionalmente más a los hombres que a las mujeres, en los últimos años se observa un aumento progresivo de mujeres en esta situación. El 21% ha sido agredidas sexualmente, el 20% ha sufrido acoso o persecución y el 35% han vivido humillaciones. Los porcentajes son sistemáticamente más elevados que los de los hombres y presentan un mayor grado de exclusión social y deterioro más grave de la salud.

La menor presencia de mujeres se debe a las estrategias que despliegan para evitar vivir en la calle: acudiendo a los servicios sociales, a redes familiares o de amistades, realquilando una habitación a cambio de servicios como cuidados, o bajo la amenaza de violencia de la pareja. La presencia de mujeres sin hogar en albergues y programas asistenciales es minoritaria, y existe una escasez de recursos específicos dirigidos a mujeres y un menor número de plazas en módulos femeninos en los albergues y pisos evidenciando una necesidad de mayor perspectiva de género en el diseño e implementación de medidas contra el sinhogarismo.

Por motivos climatológicos, de comodidad o seguridad, el 5.4% de las personas sin hogar cambia de lugar de pernocta como mínimo una vez a la semana, aunque por lo general la movilidad es bastante baja: la inmensa mayoría (88.1%) pernocta siempre en el mismo lugar.

La irregularidad administrativa aboca a las personas sin hogar migradas a una situación de exclusión social extrema: no tienen acceso al empleo formal, no pueden alquilar una vivienda y viven una situación de permanente temor a ser expulsadas del país, Ante los riesgos, agresiones, explotación o discriminación que sufren, evitan pedir ayuda o denunciar, y eso les hace aún más vulnerables a la explotación laboral.

Situación en la provincia de León

En la provincia de León, Cruz Roja ha atendido durante el presente año a 212 personas, con perfiles muy heterogéneos, de las cuales 50 son mujeres y 162 hombres. Esta atención se realiza desde el año 2012 gracias al Proyecto de Atención Integral a Personas Sin Hogar que está financiado por la Junta de Castilla y León con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

En Cruz Roja León la atención se dirige a personas que se encuentran en una situación de exclusión residencial. Las mismas abarcan desde estar en una situación de vivienda inestable hasta la manifestación más cruda de esta realidad, que es desarrollar la vida en la calle. Es importante entender, que la vivienda no solo es la principal necesidad de las personas, sino que es la puerta de acceso efectiva a otros derechos (salud, autodeterminación, seguridad…), y a la vez un lugar seguro que protege a las personas.

El objetivo del programa es fomentar la autonomía e independencia de la persona, lo cual se lleva a cabo a través de tres líneas de intervención:

Atención psicosocial diurna: en la Oficina Provincial de Cruz Roja en León se informa, asesora, apoya, orienta y se realizan acompañamientos sociales. Además, realizan talleres de diversas temáticas como pueden ser autocuidado personal o habilidades sociales.

Centro de Higiene:  en horario de 09.00 a 12.30 h. de lunes a viernes en Avda. Alcalde Miguel Castaño 108. Se ofrece un servicio de ducha y lavandería bajo cita previa, en el cual, además, se proporcionan productos de higiene y aseo personal. En este servicio las personas también pueden informarse de los recursos existentes en la ciudad, así como es un punto de difusión de las actividades de ocio alternativo y formaciones especificas organizadas para las personas beneficiarias por parte de Cruz Roja.

Unidad de Emergencia Social: los martes y jueves desde las 20.00 hasta las 01.00 h. se presta a pie de calle un servicio donde se atiende a la población sin hogar. El equipo de voluntarios/as se desplaza por diferentes puntos de la ciudad de León prestando una atención directa y cercana; proporcionando bebida caliente y algo para comer, siendo éste un nexo entre la calle y los Servicios Sociales, y reduciendo los daños que provoca la pernocta (se les ofrece material de abrigo). En cada salida se atiende más o menos una media de diez a quince personas. Además, reciben un mapa de recursos para informar a las personas que se encuentran en esta situación, facilitándoles el acceso a los diferentes recursos de la ciudad.

Todo esto es posible gracias a las 31 personas voluntarias, que, junto al equipo técnico, llevan a cabo este proyecto.

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