- El acto, celebrado en San Isidoro, ha contado con un reconocimiento especial para el intendente jefe de la Policía Local, Miguel Ángel Llorente
- El alcalde de León ha remarcado la importante labor que realizan los efectivos del cuerpo policial; una felicitación que el subdelegado del Gobierno y la directora de Villahierro han extendido a todos los funcionarios de prisiones.
Este viernes se han celebrado en San Isidoro los actos enmarcados en la conmemoración de la fiesta de La Merced, Patrona de Instituciones Penitenciarias.
El alcalde de León, José Antonio Diez, se ha sumado a la celebración y durante su intervención ha remarcado la gran labor del cuerpo de funcionarios de prisiones así como su incesante trabajo a favor de la reinserción. Todo ello, enmarcado en la voluntad de colaboración y la mejor disposición institucional.
El acto, celebrado en San Isidoro, ha contado con un reconocimiento especial para el intendente jefe de la Policía Local de León, Miguel Ángel Llorente, y los agentes al frente de la unidad canina de este cuerpo, José Ángel Pérez y Alberto Cubero.
La directora de la prisión de León, Henar García, ha agradecido al Ayuntamiento de León y a su Policía Local la firme colaboración y el empeño puesto en la misma, así como la apuesta por la continuidad en ese trabajo común.
Al acto ha asistido también el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, quien ha destacado la importancia del trabajo que se realiza en instituciones penitenciarias para con la seguridad de todos.
Por su parte, la directora del Centro Penitenciario de Villahierro ha mostrado su orgullo tras la experiencia de quince día vivida en Latinoamérica, en Uruguay, Argentina y Chile, donde conocen el trabajo de la prisión de León una labor “muy gratificante y un orgullo”. Además ha asegurado que es muy importante que este día se celebre en la ciudad para que la población conozca el trabajo de los funcionarios penitenciarios y acercar a la ciudadanía cómo se trabaja en prisión.
El subdelegado, en este sentido, ha recalcado la labor de vocación, ilusión y ganas de los funcionarios penitenciarios, que han convertido que la prisión de León “no solo sea un lugar para cumplir las penas sino también un centro de reinserción”.