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viernes, 19 abril 2024

El General de la Guardia Civil celebra la “casi vuelta a la normalidad”

El acto se celebró en León con motivo de la patrona de la Guardia Civil. Javier Izquierdo, Delegado del Gobierno en Castilla y León, pidió a los agentes “seguir siendo un modelo de neutralidad en el respeto a las instituciones públicas”.

Luis del Castillo Ruano, el general de Brigada y Jefe de la Zona XII de la Guardia Civil, solicitó en el día de la Patrona “incrementar nuestras plantillas de una forma sostenida y constante e, igualmente, afrontar la renovación de nuestros recursos materiales que se van quedando viejos y necesitan sus sustitución, poco a poco; sin prisa pero sin pausa”.

Discurso del General: Para mí es un honor estrenarnos juntos en estos actos en esta 12a zona de la Guardia Civil. Es un orgullo trabajar contigo y con todos los hombres y mujeres de la Guardia Civil que prestan sus servicios en Castilla y León.

Esta primera celebración del Día del Pilar post-pandemia es un momento para volver la vista atrás, y pensar con el corazón, en todos aquellos que nos dejaron, o que han sufrido la enfermedad, amigos, compañeros, familiares, compatriotas… Pero sobre todo, es un día para mirar hacia delante con confianza en el presente que vivimos ahora y en que este nos traiga un futuro esperanzador. Es un día, señoras y señores, óptimo para plantearnos retos.

Sin duda, la pandemia truncó los planes del planeta y, lógicamente, de nuestro país, pero también ha extraído lo mejor de cada uno de nosotros, y no nos ha vencido. Nos ha hecho más fuertes y nos ha demostrado que la unidad es la mejor cualidad para afrontar cualquier reto. Además de traer aquí, como decía, en primer lugar, el recuerdo de todos los fallecidos, traigo mi admiración por la labor de quienes han dedicado, habéis dedicado, este último año y medio a nuestra sociedad, sin descanso. Esa dedicación, siempre estará presente en la memoria de la institución y de la ciudadanía.

Mi profundo agradecimiento a este Cuerpo, que desde su creación ha tenido como razón de ser velar por la seguridad de las personas y sus bienes, pero que en estos difíciles tiempos vividos, ha destacado, además, por su admirable labor humanitaria. Habéis estado presentes en cada rincón de nuestra comunidad autónoma, acompañando y ayudando en cada núcleo rural, dando ejemplo de compromiso con el servicio público, cerca de quienes, padeciendo la enfermedad, debieron aislarse, y de quienes, para protegerse del contagio, tuvieron también que renunciar al contacto social.

Allí habéis estado, multiplicándoos, entregando vuestro tiempo al cuidado de nuestros ciudadanos, siendo referentes y adaptando vuestras funciones habituales a las necesidades de los vecinos, convirtiéndoos en su ventana al mundo. Habéis informado sobre la normativa aplicable en cada momento y en cada calle de cada pueblo, habéis asistido a los mayores y a los trabajadores de nuestras residencias, visitándolos a diario, preguntándoles sobre sus necesidades, su estado físico y anímico, facilitándoles medios materiales, todo cuanto estaba en vuestras manos.

Habéis facilitado el acceso a la educación a distancia de niños y niñas del medio rural, acercando a sus domicilios los medios tecnológicos que les entregaron las autoridades educativas. Habéis asegurado que la ciudadanía cumpliera los requerimientos sanitarios, que cada vecino y cada negocio observara las precauciones necesarias para protegerse y proteger a los demás, que en cada barrio de cada villa se buscara solución a cada urgencia, que se auxiliara a cada persona que necesitaba atención.

Habéis contribuido a que los ciudadanos contagiados observaran la cuarentena, cortando cadenas de transmisión del virus, evitando, por tanto, sufrimiento, dolor y muerte. Imposible especificar cada momento que habréis vivido, cada experiencia que guardáis en la memoria, cada anécdota personal, cada instante en el que, atenazados por el terrible día a día, vuestros ojos presenciaban imágenes que no olvidaréis, y que os llevabais a casa, en aquellos días en que erais testigos únicos de los pueblos vacíos.

Sin vuestros sacrificios y comprensión y el de todos los trabajadores públicos, no habría sido posible llegar hasta el lugar en el que nos encontramos hoy. Gracias por demostrar, a diario, que no hay obstáculo que os impida dar satisfactoria respuesta a la necesidad social de paz, seguridad y libertad.

Recordad siempre que, gracias al compromiso de la sociedad española, hoy podemos mirar al futuro con esperanza. Sí, porque la vacunación es un éxito de país en el que el trabajo de las instituciones y de los profesionales sanitarios ha sido determinante, pero sin la implicación de la sociedad española no habríamos puesto a España como uno de los países del mundo con más altos índices de vacunación, lo que nos permite afrontar en mejores condiciones la salida de la crisis económica asociada a la pandemia.

Recordadlo porque es a ella, a la sociedad española, a quien os debéis, a quien nos debemos todos los servidores públicos. No olvidéis que sois los garantes de sus derechos y libertades fundamentales y que esta pandemia os ha hecho más conscientes de vuestra misión constitucional. En ese mirar al futuro, tened presente que la pandemia ha acelerado muchas de las prioridades que abordamos. Y también que en ellas anidan nuevas formas de delincuencia y nuevas formas de las de siempre.

La primera de las prioridades, la transición ecológica, cuenta con el SEPRONA para velar por la protección del medio ambiente, que lo es también de nuestra salud. Permitidme en este punto que haga una mención especial a vuestro anterior General, hoy Jefe del SEPRONA, Clemente García Barrios, a quien agradezco su lealtad y compromiso.

La segunda, la transformación digital, nos abre un sinfín de oportunidades pero también nuevos retos como la ciberdelincuencia y también nuevas formas de conductas execrables como el ciberacoso, especialmente entre mujeres y nuestros jóvenes, que a veces puede derivar en problemas de salud mental o conductas suicidas que, como sociedad, no podemos soslayar.

Tenéis en la concienciación y en la prevención algunas de vuestras mejores armas para combatirlo. Sed conscientes de vuestra enorme responsabilidad y abordad esta misión con la mayor empatía hacia las víctimas. Para el tercer reto, el de la cohesión social, vuestro papel es fundamental para garantizar el orden público y la paz social. Tened presente siempre la gravedad de los delitos de odio, uno de los delitos más graves para nuestra convivencia que es uno de los valores que consagra el preámbulo de nuestra Constitución.

Nadie puede sentirse más que nadie, ni hacer daño a nadie, menos aún por su sexo, por su orientación sexual, por su raza, por su ideología… Nada justifica el odio ni la violencia, el odio solo destruye y vosotros trabajáis para hacer de la española una sociedad sana, respetable y respetada en el mundo por su convivencia y por su tolerancia.

Reforzad vuestras convicciones en la lucha contra la trata de seres humanos, de todo tipo, pero con especial atención a la más habitual: la que tiene por fin la explotación sexual, que casi en su totalidad recae sobre mujeres. Como hemos ido haciendo con otros delitos contra la integridad de las personas, hemos de conseguir la reprobación social del consumo de prostitución; es esta una de las causas fundamentales de la trata, para cuyo combate dicha reprobación y la colaboración ciudadana son algunas de las mejores armas.

Y para el último reto, el de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres os pido dos cosas. La primera: que sigáis trabajando con denuedo contra la violencia de género. Cada mujer asesinada, cada mujer que sufre violencia, cada menor que presencia o es víctima también de esa violencia son una herida imborrable que mancilla nuestra sociedad. Trabajad con un claro objetivo por inalcanzable que os parezca: que no haya una sola mujer víctima de violencia de género.

La segunda cosa que os pido es que sigáis haciendo atractiva la Guardia Civil a las mujeres para que cada vez se incorporen más a las distintas escalas; que pronto veamos más equiparada la presencia entre hombres y mujeres en número y conozcamos también mujeres generales a la vez que se incrementa el número de tenientes coronel, comandantes, etc.

Vuestra tarea es ingente, pero la Guardia Civil ha demostrado durante sus 177 años de existencia, y especialmente en el último y medio, su capacidad de adaptación para hacer frente con éxito a la realidad y sé que continuará haciéndolo frente a las crisis, sean del carácter que sean: naturales (como la del volcán de La Palma, con cuyos vecinos quiero solidarizarme), o ya sean sanitarias, climáticas, tecnológicas, económicas, o cualesquiera otras que hoy apenas podemos vislumbrar en el horizonte.Hay muchos españoles y españolas deseando engrosar vuestras filas pero vosotros y vosotras sois el presente de la Guardia Civil. Dais cada día lo mejor de vosotros mismos, sois herederos de quienes, formando parte de este cuerpo, lo dieron todo, incluso su vida, a quienes recordamos con orgullo.

En nombre propio y en el del Gobierno de España al que represento, os muestro el mío por la elevada labor que realizáis en cualquiera de vuestras especialidades y destinos. Y os insto a seguir siendo un modelo de neutralidad en el respeto a las instituciones públicas y a no escatimar esfuerzos en demostrar vuestra proximidad a la ciudadanía.

Por último, confío en que el año que viene podamos volver a reunirnos. Estoy seguro de que habremos avanzado en estos retos que hoy nos proponemos y tendremos muchos éxitos que celebrar, que seguirán jalonando la historia de vuestro uniforme y ahondando en el brillo de vuestra trayectoria, que es la de todos nosotros, que es la de España.

Hoy, 12 de octubre, celebramos aquí, en León, la Virgen del Pilar, Patrona del Cuerpo y Fiesta Nacional de España. Así pues, permitidme que haga también mía esta celebración para poder desearos de corazón FELIZ DÍA DE LA VIRGEN DEL PILAR, NUESTRA PATRONA.

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