La Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2024 en la provincia de León ha arrojado nuevos datos sobre el desempleo y con buenos resultados: el número de parados cayó un 32,2% respecto al tercer trimestre y un 23,2% respecto al año anterior, con un total de 14.900 personas sin empleo, 7.100 parados menos que en la encuesta anterior y 4.500 menos que hace un año.
La tasa de paro se sitúa en el 7,82% en León, frente al 10,61% del conjunto nacional y del 8,23% de Castilla y León. Los datos sorprenden sobre todo teniendo en cuenta la caída de los activos registrada en este cuarto trimestre. El total de personas activas en la provincia asciende a 191.000, son 7.400 menos que en el trimestre anterior y 1.200 menos que hace un año.
En cuanto a la cifra de ocupados, bajó en 300 personas en la variación intertrimestral y se quedó en los 176.100 ocupados; sin embargo, en la variación interanual registró 3.300 ocupados más, un incremento del 1,91%. Con todo ello, la tasa de actividad de la provincia vuelve a caer del 50,2% al 48,2%, a la cola del país.
El CEL opina
en vista de los datos publicados este martes en la Encuesta de Población Activa, el Centro Empresarial Leonés insiste en que la disminución de población activa, (la mayor de la Comunidad en términos absolutos) es un indicador «pésimo» para la provincia «puesto que estamos perdiendo recursos humanos y talento bien formado que sale a otros territorios en busca de oportunidades que podría encontrar aquí».
En este contexto, apuntan desde el CEL, es «importante» que las instituciones educativas y centros de formación, las administraciones, las familias y las empresas «dediquemos mayores esfuerzos y coordinación para visibilizar y poner en valor los recursos, proyectos y el tejido empresarial que existe en la provincia de León, además de mejorar el clima de negocio y reducir los obstáculos que merman la competitividad de las empresas».
La provincia de León requiere además un «plan específico y urgente», «con políticas de choque y transversales, que sean capaces de agilizar las inversiones retrasadas de décadas y revertir el grave problema demográfico y de pérdida de talento joven y no tan joven que atenaza el desarrollo y progreso económico y social», concluyen.