• Esta ‘influencer’ o divulgadora de salud, como ella prefiere identificarse, acumula casi un millón de seguidores en TikTok y más de 300.000 en Instagram y acaba de publicar su libro ‘La dosis hace al fármaco o al veneno’

Elena Monje, más conocida en redes sociales como @infarmarte, es una farmacéutica leonesa que se ha convertido en toda una ‘influencer’, aunque ella se identifica más bien con el término divulgadora de salud, que acumula más de un millón de seguidores en TikTok, más de 300.000 en Instagram y cerca de 10.000 en YouTube.

Estudió Farmacia y el máster de Administración de Empresas con especialidad en Marketing Digital en la Universidad de Salamanca porque era una profesión que vio desde pequeña en su casa, ya que tanto su tía y como su hermana mayor son farmacéuticas. A día de hoy, trabaja en un pequeño pueblo de 900 habitantes de la provincia de León.

Casi coincidiendo con el Día Mundial del Farmacéutico, esta joven emprendedora acaba de publicar su libro ‘La dosis hace al fármaco o al veneno’, donde trata de explicar anécdotas históricas relacionadas con el mundo de los medicamentos desde un punto de vista ameno y cotidiano.

¿Cuándo decidiste empezar a subir vídeos?

Empecé como trabajo de fin de master, ya que lo hice experimental con el título: ‘Creación de una marca personal farmacéutica para redes sociales’. Al final, el canal consiguió muy buenos números y cuando entregué el Trabajo de Fin de Máster (TFM) me dio pena borrarlo; así que seguí subiendo vídeos hasta el día de hoy, que se ha convertido en parte de mi trabajo.

¿Cómo fueron los comienzos y como estás ahora?

El inicio fue difícil. No estaba habituada a grabar, ni a editar, ni a gestionar los comentarios de la gente. Pero a todo te acostumbras. Antes tardaba en el proceso de subir un vídeo dos horas y ahora lo tengo en 30 minutos, aunque la peor parte es la de pensar las ideas.

¿Qué supone ser una ‘influencer’?

En mi caso, me identifico más con el término divulgadora de salud, ya que todo mi contenido es educativo. Aunque sigo trabajando en la farmacia, la realidad es que me ha cambiado bastante la vida, viajo mucho a congresos, doy ponencias sobre marketing y salud y he escrito un libro que se titula ‘La dosis hace al fármaco o al veneno’.

¿Alguna anécdota curiosa que te haya ocurrido en tu profesión?

En la farmacia cada día tengo anécdotas. Es imprescindible explicar el modo de uso de todo. No dar nada por supuesto. Todavía recuerdo cuando empecé a trabajar, que una señora se bebió un enema o que otro cliente se introdujo un supositorio de glicerina con el aluminio. No puedo ni imaginarme el dolor que tuvo que sentir. Desde entonces explico hasta lo más común.

¿Cómo compaginas ambos trabajos?

Pues la verdad es que no sé de dónde saco el tiempo. Por las mañanas voy a la farmacia y los pacientes me inspiran con sus dudas para grabar nuevos vídeos. Así que las redes las llevo a tiempo completo. Viendo vídeos, apuntando ideas, contrastando información y creando contenido.

Y ya para terminar, el Colegio de Farmacéuticos ha denunciado la escasez de medicamentos, ¿alguna opinión al respecto?

El desabastecimiento de medicamentos está resultando un grave problema para las farmacias, pero sobre todo para los pacientes. Los farmacéuticos, desde el mostrador, intentamos buscar la mejor alternativa para su sustitución o proponer soluciones para que consulten con el médico en cada caso.