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viernes, 16 mayo 2025

Juan José Fernández: “Mi mejor baza es la experiencia: haber estudiado en nuestra Universidad y trabajar en ella desde el escalafón más bajo”

  • “Para mí es tan importante ser estudiante como el haber tenido un cargo en el que tienes que dirigir”, “yo he dirigido la Facultad de Derecho durante ocho años con cierto tino”
  • “Una universidad, si quiere crecer, tiene que estar viva”, para ello, Fernández considera que la sociedad debe entrar en el campus
  • Fernández destaca el impulso del Campus de Ponferrada, y la apuesta por los estudiantes hispanoamericanos a distancia

 

Juan José Fernández es catedrático de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social en la Universidad de León, institución en la que ha estudiado y trabajado durante toda su carrera, desde becario hasta decano de la Facultad de Derecho. Es el único candidato hombre frente a dos aspirantes a primera mujer rectora de la ULE.

Charlamos con él para conocer más en detalle su programa para las elecciones de este jueves 9 de mayo.

 

  • ¿Qué valoración hace de la actual Universidad de León? 

La Universidad de León está en un momento decisivo de su trayectoria. Es una universidad de mediana edad que ha aguantado con una cierta solvencia los embates del paso de los años, pero que llega el momento que tiene que tomar decisiones críticas. Y ese momento de haber aprovechado los Fondos de Europa y pegar un impulso, digamos que está retrocediendo ligeramente el número de alumnos, no está creando la capacidad o respondiendo a la misma velocidad que están respondiendo otras universidades de la misma edad. Y yo creo que es porque necesita regenerarse. Necesita una pócima de rejuvenecimiento, de cambio de ideas, que entren ideas frescas, que se abandonen tradiciones anquilosantes, o comodidades en las que nos hemos asentado todos, y busquen nuevos horizontes. Creo que estamos en ese momento bonito de la vida en el que estamos en esa mediana edad en la que tienes que plantearte cómo seguir mejorando con el paso de los años.

  • ¿Cuáles son esos cambios que propone?

Mi campaña se basa sobre todo en dos ideas. La primera es que haya pluralidad. Creo que llevamos unos años en los que estamos en una dinámica en la que solo existe un pensamiento, el pensamiento único. Yo creo que la Universidad se empobrece cuando hay un único pensamiento, una única línea de actuación, cuando no hay debate, cuando no hay discusión, cuando no hay diálogo. Creo que esa esencia de la pluralidad es la primera que se tiene que recuperar.

La Universidad tiene que estar bullendo de ideas distintas, de debate, de confrontación, de diálogo, de maduración. Me parece que es fundamental, es una Universidad viva, y una Universidad viva es más rica y más si deja que la sociedad leonesa entre en los campus, en el de León y en el de Ponferrada. Es fundamental que entre, pero no que la universidad salga, eso lo hacemos muy bien, los profesores salimos gustosos, vamos a todos los lugares de la provincia, eso está muy bien. Pero lo importante es que la sociedad entre dentro de nuestra Universidad.

Me he dedicado esta campaña, por las tardes, a visitar distintos centros de la sociedad. Estuve, por ejemplo, en Amidown, y desde allí me decían que es importante que la gente que acaba en su centro pueda seguir teniendo contacto con alguna parte de la sociedad como es la Universidad. ¿Cómo? Pues a través de microcredenciales, por ejemplo. Que la Educación Especial oferte algo de lectura lenta, o educación plástica, que les enseñen a trabajar con las manos porque empiezan a tener deterioro… Y el día que veamos a gente de Amidown dentro de la Facultad de Educación; cuando veamos al Secretariado Gitano celebrando no solo las graduaciones sino que además estén presentes en sus actividades para el enriquecimiento de la cultura general, conozcamos cuál es su cultura; el día que, por ejemplo, estemos con el grupo de Alzheimer, concienciemos para que estas personas puedan realizar una visita guiada para conocer la Universidad; o hagamos actividades de las que puedan estar con nosotros, algún club de debate… O las mujeres, que el otro día me decían que no quieren ir solamente a hablar en la Unidad de Igualdad, quieren ir clase por clase pudiendo educar en igualdad y sobre el problema de la violencia de género… Ese día que consigamos que la gente vaya, será una Universidad viva. Con lo enriquecedor que es ver a nuestros mayores en la Universidad de la Experiencia… pero no solo eso, tenemos que ver también a nuestros profesionales en cursos de reciclaje en el campus, a nuestros estudiantes de Formación Profesional haciendo Formación Dual en la Universidad, es decir, que metamos a la sociedad en la Universidad. Cuando tú entras en casa de alguien te sientes dentro de esa familia, cuando te reciben fuera, no es lo mismo.

  • Entonces, ¿puede decirse que la Universidad de León ahora mismo solo es para la comunidad educativa y si no estudias en el campus se percibe como un ente aislado?

Eso es. A mí me encanta que la gente vaya a pasear al Campus, pero si a lo mejor se hicieran actividades culturales dentro del Campus en vez de en El Albéitar, sería llevar a la gente a la Universidad. Cuando admites a alguien dentro de tu casa, primero lo acoges como si fuera de tu familia, y el que va se siente de tu familia. Si tú lo recibes en la calle o sales de tu casa para ir a visitarlo, no es lo mismo. Eso es lo que queremos conseguir con la sensibilidad leonesa, que penetre en todos los problemas que tiene la sociedad de León. Que sea un sitio abierto y de debate.

Una Universidad si quiere crecer, tiene que estar viva. Aunque pierda alumnos, si tienes vivacidad, los pocos o muchos que seamos, podemos tener un espíritu crítico. Pero ahora estamos adormecidos: la gente va, estudia y se acabó. No hay más. No hay muchas alternativas más, y la Universidad tiene que ser mucho más que estudiar.

  • ¿Habla entonces de una pérdida del sentimiento de comunidad?

Claro. No estamos hablando de la Universidad Complutense, estamos hablando de una universidad pequeñita, aprovechemos esa cercanía, esa proximidad y sepamos explotarla.

  • Ha repetido mucho la palabra ‘pluralidad’. ¿Se trata de una comunicación bidireccional entre el centro y el alumnado o qué sentido le da en su programa?

Hablamos de mucho más. La pluridimensionalidad o lo plural significa que tú puedes ser una persona de izquierdas, de derechas o de centro, pero vete y discute de ideología política, y discute los problemas que son de los docentes, de los investigadores, de los alumnos… que cada uno aporte su punto de vista. Yo ahora no veo debates. Antes veía manifestaciones, organizaciones de huelgas, eso me parecía una Universidad viva, que se enciende ante una determinada medida; tenía que capitalizar la protesta social. Ahora mismo nos unimos a las manifestaciones que se hacen aquí en León, pero no organizamos nosotros ninguna.

Los órganos de Gobierno de la Universidad tienen que tener las distintas sensibilidades, que haya órganos plurales. Y el órgano plural por antonomasia es el claustro. Donde estamos representados todos y con un volumen suficiente para que toda la gente que sea peculiar tenga su representación. Hay que hacer que lo hay en el claustro trascienda a los órganos de Gobierno, y se convierta así en ese Gobierno plural.

No ese órgano de Gobierno donde está el rector, que además está con un grupo de personas que normalmente son afines porque tienen mayoría, gobiernan y todo el mundo tiene que obedecer esos patrones que se marca. Y si te desvías un poco, a lo mejor no te va tan bien, y eso también lo tenemos que cuidar: que nadie por decir, manifestar o protestar sea perjudicado, que tenga una garantía de indemnidad. Que pueda expresar sus opiniones y pareceres, su libertad de expresión, en definitiva.

  • Eso en el Campus de Vegazana, pero ¿qué hay del Campus de Ponferrada? Otro pilar de la Universidad de León.

Yo creo que el Campus de El Bierzo se ha hecho relativamente bien, porque se ha apostado por Ciencias de la Salud. Una apuesta que debería haber sido un poco más consensuada, debería haber ido un poco más pulida de aquí, pero es una apuesta buena. Pero estamos apostando casi en exclusiva por Ciencias de la Salud. Tenemos otra carrera allí, las de Ingeniería, un contrapeso, pero para tener un asiento necesitamos una tercera pata, y esas son las titulaciones de Ciencias Sociales y Humanidades, que son las más intensivas en estudiantes, y sin embargo no hay ningún título en El Bierzo, por lo que esa tercera pata no la tenemos.

Asentemos alguna de ellas en Humanidades, para que así la gente de El Bierzo no tenga que marchar fuera, que no tengan que desplazarse, porque hay gente que puede hacerlo, pero hay quien no puede marcharse, pues digámosles que pueden hacerlo en El Bierzo, sin necesidad de irse.

  • Entre sus muchas apuestas habla de los estudiantes de ámbito internacional. ¿Qué nos puede decir sobre esto?

Esos son los alumnos que podemos captar más fácilmente. Por ejemplo, si viniera Medicina, no me cabe la menor duda de que vamos a cubrir con los locales el cupo local, pero que el resto va a ser del resto de España, pero no van a ser muchos. Por mucho que pongas titulaciones aquí no pueden venir muchos estudiantes de fuera, el cupo de incremento es limitado, y los locales van bajando porque nuestra demografía va bajando.

¿Dónde vamos a poder crecer y competir? Pues tenemos un mercado que verdaderamente está resultando muy bueno, que es el hispanoamericano. Pero no de gente que venga presencial, porque eso o tienen beca o son de una familia de élite, si no, no pueden venir. A nosotros nos interesa una Universidad de gente hispanoamericana de a pie, de clase baja, que pueda tener algún contacto con España. Y para eso solo tenemos una posibilidad: que las Ciencias Sociales y las Humanidades, que precisamente son las más fáciles de exportar online, tengan una oferta y presencia que cumpla sus necesidades y así sí podremos crecer.

Yo que he viajado a Hispanoamérica sé que eso no enriquece a la universidad, pero sí lo hace que esos hispanoamericanos sean alumnos de nuestra Universidad online, y que luego puedan incluso venir un semestre con una beca, pues qué enriquecimiento y, sobre todo, qué difusión para nuestra Universidad. Eso lo ha hecho Salamanca, Sevilla, la Complutense… muy pocas de estas personas piensan en venirse a León. Si tuvieran esa presencia previa, esto cambiaría.

Necesitamos poco a poco abrir ese mercado, y ellos también están muy agradecidos, porque ellos tampoco tienen la posibilidad de tener docentes de calidad. Nosotros exportamos nuestro conocimiento y ellos, por su parte, reciben un conocimiento que sea adecuado y de mayor nivel.

  • Ha nombrado uno de los proyectos más esperados de la ULE que es la posible Facultad de Medicina en León. ¿Cuál es su impresión?

Ojalá. Ciencias de la Salud es una apuesta buena, pero lo que cerraría el círculo de la calidad sería la Facultad de Medicina. Sobre todo porque necesitamos médicos; en el Hospital de León, menos, pero en el de El Bierzo, con urgencia. Y la forma que hemos visto que ocurre en otras capitales donde tienen Medicina es que, por una razón u otra, quien estudia la carrera, termina estableciendo vínculos, por alguna relación personal, que le mueve a querer quedarse en la misma ciudad.

Y si después de acabar la carrera, se oferta la posibilidad de poder tener un MIR de Atención Primaria, si se oferta en es esta zona que pueda acabar en nuestros pueblos que también necesitan esa atención, podría cubrirse.

Creo que sería bueno, primero para enriquecer el ámbito de la Universidad, Medicina sería un grado de mucho prestigio, cerraría el círculo del saber en Ciencias de la Salud, y además, permitiría cubrir necesidades de atención que sí que se precisa.

  • Se enfrenta en esta candidatura a dos mujeres, lo que quiere decir que podría ser el momento en el que se convierta en rectora una mujer por primera vez en la ULE. ¿Cómo afronta este hecho?

Nunca he tenido ningún problema con esto. Mis primeras discípulas son mujeres, que ahora son catedráticas y son colegas mías. Creo que es algo que se tiene que seguir trabajando, es más cultural, de concienciación, de trabajo, no importa tanto quién esté. En mi grupo van más mujeres que hombres, y cuatro son catedráticas, cuatro mujeres que han acreditado el máximo nivel académico.

No va a pasar nada porque dentro de cinco o diez años el 80% o 70% de las plazas docentes las ocupen mujeres, porque si son buenas y tienen capacidad, van a prescindir de cualquier sesgo de género. Hasta ahora era un problema porque decías “han llegado, pero no han llegado a lo máximo”, pero ahora sí están llegando a lo máximo y con normalidad.

La Universidad tiene que ser precisamente paradigma de decir “somos todos iguales, no vamos a discriminar”. Que sea una mujer u hombre, no importa. Yo no me pregunto si tengo una directora o director de departamento. No me preocuparía tampoco que hubiera un rector o rectora; o un presidente del Gobierno y una presidenta del Gobierno. Creo que la normalidad exige eso. Y será más difícil alcanzarlo en la sociedad, que en la Universidad. Yo creo que la Universidad también tiene que ser pionera en este aspecto, que no importe, que no haya ese sesgo. Tiene que ser una lucha a favor todos juntos.

En mi equipo, casualmente, tienen más formación las mujeres que los hombres, no hay ningún hombre que sea catedrático frente a cuatro mujeres que lo son.

  • Finalmente, ¿cuál es su mejor baza frente a sus oponentes en estas elecciones?

Mi mejor baza es la experiencia. Creo que soy el único que ha estudiado en esta Universidad, si no me equivoco. Yo me formé en esta Universidad, empecé en esta Universidad y he pasado por todos los escalafones. Fui becario, he sido ayudante de Escuela Universitaria, he sido titular de Escuela Universitaria, he sido titular de Universidad, y en el año 2000 tuve la suerte de conseguir la cátedra.

He tenido responsabilidades de gestión como subdirector, jefe de estudios, vicedecano y decano. Siempre he llevado una vida pública activa dentro de la Universidad. Sin embargo, una de las candidatas ha llevado una actividad pública y notoria dentro de la política; pero aquí, dentro de la Universidad, ha tenido un relieve siendo secretaria general, luego una interrupción larga, y luego vuelta a otro ámbito. Y la otra persona, pues, francamente, lo que no tiene es experiencia apenas. Tiene cuatro años como vicerrectora y no se le conoce mayor implicación, no sé cuál es su bagaje como experiencia de gestión.

Para mí es tan importante ser estudiante como el haber tenido un cargo en el que tienes que dirigir. Y la Facultad de Derecho es una nave difícil de dirigir, no es una nave sencilla, y yo tengo la experiencia de haberla dirigido con un cierto tino durante ocho años. Así que sí, mi baza es la experiencia.

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