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sábado, 15 febrero 2025

La Audiencia de Valladolid condena a David Maroto a prisión permanente revisable por el asesinato de Paloma y la pequeña India

  • El magistrado también aprecia agravante de parentesco y razones de género

ICAL. La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a prisión permanente revisable y a 25 años de cárcel a David Maroto, el hombre al que un jurado popular halló culpable de matar a puñaladas su pareja sentimental, Paloma, y a la hija de ésta, la pequeña India de ocho años, en enero de 2023.

El magistrado concreta así la pena de prisión, después de que el tribunal popular emitiera un veredicto de culpabilidad tras el juicio celebrado el pasado mes de diciembre. El magistrado impone al acusado la prisión permanente revisable por el asesinato con alevosía de India, con la agravante de parentesco, mientras que por el crimen de su expareja, le condena a 25 años de cárcel por un asesinato con alevosía y ensañamiento, en el que también aprecia la agravante de parentesco y de actuar por razones de género.

En la sentencia también se determina que David Maroto no podrá acercarse a menos de 500 metros de la madre y de las dos hermanas de Paloma ni comunicarse con ellas durante 35 años, mientras que con el padre de India el periodo establecido es de años superior en diez años a la duración de la pena de prisión impuesta. En concepto de responsabilidad civil, el condenado deberá indemnizar al padre de la niña con 160.000 euros, así como con 113.000 euros a la madre y con 25.000 a cada una de las hermanas.

Tras el juicio, el jurado popular declaró al acusado, por unanimidad, culpable de ambos asesinatos y consideró probado que actuó sin tener sus condiciones mentales afectadas por el consumo de drogas o alcohol, así como que para acabar con la vida de las víctimas actuó con alevosía y ensañamiento.

La sentencia atiende la petición de penas tanto del Ministerio Fiscal, como las acusaciones de la familia de Paloma, del padre de India, de la Junta de Castilla y León y la popular ejercida por la asociación Clara Campoamor. Por su parte, el abogado defensor de David Maroto, que durante el juicio reclamó el atenuante para su cliente por haber actuado bajo los efectos del alcohol y las drogas y tener alteradas sus capacidades volitivas, adelantó, una vez conocido el veredicto del jurado, que presentará un recurso de apelación cuando se conozca la sentencia, a la vez que reclamó que se le imponga la menor pena posible dentro de la horquilla, que para asesinatos con alevosía y ensañamiento es de 22 años y seis meses de prisión.

Según la sentencia, desde el verano de 2022 el acusado mantenía una relación sentimental con Paloma, con la que comenzó a convivir en el domicilio de esta del Paseo de Zorrilla, en el que también residía India.

Hechos

En la fatídica madrugada del 23 de enero de 2023 sobre las 0.17 horas, el acusado regresó al domicilio familiar. Dado que se había dejado olvidadas sus llaves, realizó varias llamadas al móvil de Paloma sin obtener respuesta, por lo que después llamó insistentemente al interfono y después al timbre de la vivienda, hasta que la víctima le abrió la puerta.

Una vez dentro del piso, se inició una fuerte discusión con su compañera sentimental por motivos no determinados. Durante la misma, el acusado cogió de la cocina un cuchillo de grandes dimensiones y, de forma sorpresiva, comenzó a asestarle múltiples puñaladas. Paloma intentó salir de la cocina, pero el acusado se lo impidió y la acorraló en una esquina.

Además de múltiples puñaladas, Paloma también sufrió heridas incisas de defensa en las manos y antebrazos al intentar cubrirse, así como lesiones por presión en los labios con las que el asesino intentó acallar sus gritos. Entonces, sobre las 1.30 horas, David Maroto envió un mensaje de ‘Whatsapp’ a su exmujer diciéndole: “La culpa es tuya. Esta es la consecuencia”.

Debido a la discusión previa y a los gritos, India se despertó y al ver la escena de la cocina, corrió por el pasillo hasta el dormitorio principal, para coger un teléfono móvil desde el que, a las 1.35 horas, pudo realizar una llamada de siete segundos al 1-1-2. Al ver a la niña con el móvil, el acusado se lo arrebató cuando todavía estaba conectado al 1-1-2 y, a continuación, también acuchilló a la menor.

Tras las dos agresiones mortales y ante la rellamada que realizaron desde el 1-1-2, el acusado lanzó el teléfono que había arrebatado a India por la ventana, cayendo al patio de luces del edificio. A continuación, y después de llamar por teléfono a un familiar y confesar que había matado a su pareja y a la pequeña India, sobre las tres de la madrugada, se tumbó en el suelo y se autoinfligió unas pequeñas heridas en el tórax y cuello meramente superficiales.

En el momento de los hechos no constaba denuncia previa de la víctima por violencia de género, aunque sí antecedentes del agresor por este motivo, que datan de 2017, con una relación anterior.

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