Este sábado, 3 de agosto, los termómetros de la capital leonesa consiguieron bajar de los 30 grados, algo que no ocurría en las horas centrales del día desde hace dos semanas. Aunque la máxima del día era de 32 grados centígrados, no ha sido un día especialmente caluroso en León, ni en la capital ni en la provincia, acostumbrados ya a temperaturas sofocantes.
Esta situación cambiará a partir de este domingo, 4 de agosto, cuando el mercurio se vuelva a situar, durante al menos dos días, en 34 grados. A partir del martes, según la AEMET, la temperatura volverá a bajar y será similar a este sábado. Por tanto, inestabilidad en León, que no acaba de deshacerse del calor sofocante típico del verano, pero no tan cotidiano por aquí.