Diez días después de que parte de la fachada de la casona de la calle Dámaso Merino se derrumbara, operarios del Ayuntamiento de León han procedido a rellenar los grandes huecos que dejaban en la pared de la fachada los cascotes que cayeron al suelo.
Desde el pasado día doce de diciembre, la calle Dámaso Merino (entre la calle Cervantes y la plaza de Regla) permanecía cerrada al tránsito por desprendimientos en la casona que permanece abandonada. Sin embargo, pocos días después ya solo estaba cerrada al tráfico (camiones de reparto o garajes).