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lunes, 13 enero 2025

Pablo Álvarez regresa a la ULE convertido ya en una fuente de inspiración para muchos

  • El astronauta leonés, está formándose en la ESA y prepara su futura misión al espacio para antes de 2030

Pablo Álvarez ya es recibido en León como una gran estrella, precisamente como una del firmamento de las que estará rodeado cuando salga al espacio posiblemente antes del 2030. Esa es la fecha que ha adelantado, aunque podría ser en 2029 incluso en el 2027, esta mañana durante su rueda de prensa ante los medios en el hangar que lleva su nombre y pertenece a la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial, en la que es su casa, la Universidad de León. De la que salió preparado hace años con un “ primerísimo nivel” que le dio «las mimbres que han hecho que llegue hasta donde se encuentra hoy en día». 

El astronauta fue presentado por la rectora de la Universidad de León, Nuria González, como “una fuente de inspiración para los estudiantes” y un “modelo de esfuerzo, dedicación y pasión por el conocimiento” y lo que agradeció reconociendo que nunca se esperó llegar hasta donde ha llegado. 

Seis meses hacía que Pablo no visitaba León, justo el tiempo que ha estado en las instalaciones de la NASA en Houston, donde se familiarizó con el día a día de la Estación Espacial Internacional, aprendió el manejo del traje espacial y se preparó para reaccionar a situaciones de emergencia.

Nuevos pasos en su carrera 

El astronauta leonés de la Agencia Espacial Europea (ESA), Pablo Álvarez, iniciará el próximo año en Canadá una nueva etapa de su periodo de formación después de los seis meses de preparación recién concluidos en Houston.

Han pasado dos años desde que fue seleccionado, junto con su compañera y paisana Sara García, «que han pasado muy muy rápido». Por lo que la espera para salir al espacio en su primera misión antes del 2030 no se le hará muy larga, sobre todo porque durante todo este tiempo está formándose.

Robótica, control de misiones y pilotaje de aviones son las materias que le ocuparán en 2025 en Canadá, donde completará una nueva fase de formación antes de esperar a que le asignen una misión espacial, lo que sucederá antes de 2030, puede que en 2029 incluso en el 2027. 

Curiosidades espaciales

Lo que más llama la atención de grandes y pequeños, estudiantes y gente de a pie, son las curiosidades sobre la carrera espacial de Pablo. Tanto que asegura que un niño le preguntó si había estado en el infinito. Como esta, atesora muchas anécdotas, y explica cómo fueron sus primeros pasos con el traje espacia. Siete capas de traje, «la última protege incluso de posibles micro meteoritos», que pesa «bastante», y que, sumado a la presurización, hace muy difícil el gesto de mover los brazos; algo necesario para desplazarse, puesto que «las piernas casi no se utilizan». Por lo que usar los brazos al final sea «como estar apretando una pelota de tenis durante siete horas». Un cansancio físico, de estar metido en una «nave espacial con forma humana», que deja señales tales como moratones, rasguños, incluso alguna herida. 

Este ingeniero aeronáutico se lleva de sus últimos meses en Houston una gran experiencia pero complicada, especialmente los entrenamientos en el interior de la piscina más grande del mundo, en la que se encuentra una réplica de la estación internacional. “Son entrenamientos muy duros física y mentalmente, donde se simulan numerosas acciones y situaciones de emergencia. Es la parte que más nos gusta a todos, pero la más dura”, reconoció. 

Para su misión espacial solo podrá llevar una pequeña bolsa con objetos personales de 1.200 gramos, sin contar ropa y comida, por lo que asegura que llevará objetos de familia y amigos y, como prometió, el pin de la Universidad de León. 

Experiencia en la ULE y Erasmus

Con su nueva chaqueta azul, la misma con la que esta misma semana visitó La Revuelta de TVE y conquistó a la audiencia con su humor, curiosidades y sabiendo encajar las bromas, Pablo Álvarez se muestra cómodo en la universidad que fue su alma mater, en la que estudió excepto cuando salió de Erasmus, una experiencia que le resultó muy enriquecedora, que le hizo crecer como persona por tener que «buscarse la vida» sin sus padres, fuera de casa, y en la que destaca que aprendió idiomas, polaco e inglés en su caso. Hizo especial hincapié en esto, en la necesidad de aprender inglés y saberlo con fluidez al término de unos estudios superiores, puesto que asegura que eso abre muchísimas puertas profesionales que de otra forma estarían cerradas. 

Recuerda la ULE y a sus profesores, uno de ellos precisamente porque le suspendió, precisamente quien hoy le ha enseñado las novedades que tienen en el MIC (Módulo de Investigación Cibernética), a las que Pablo ha estado muy atento deseando algún día algún proyecto que haya estado exclusivamente desarrollado en León.

Fuente de inspiración

Cuando era pequeño, como muchos otros niños, Pablo soñó con ser astronauta, «pero nunca pensé que fuera algo realizable». Ahora que demuestra que sí puede conseguirse, se ha convertido en fuente de inspiración para muchos niños y estudiantes de ciencias.

El astronauta, que comentó que sentir miedo y respeto es “normal al ser consciente de los riesgos que se afrontan”, señaló que su familia y seres queridos asumirán con “una mezcla de orgullo, alegría y pánico” el momento en el que se produzca esa misión espacial.

Una jornada completa

Tras el recibimiento en el hangar que lleva su nombre, y pasar al Módulo de Investigación Cibernética de la ULE llegó el turno de la recepción de autoridades en la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Espacial, para pasar al salón de actos y ofrecer una conferencia a los estudiantes presentes. 

Por la tarde, todo aquel que quiera puede acercarse a escuchar una charla sobre su experiencia como astronauta en la ESA en el salón de actos del Ayuntamiento de León en Ordoño II, a las 17:30 horas. Un acto abierto al público hasta completar aforo. 

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