El Ayuntamiento de León aprobó este viernes 26 de septiembre la nueva ordenanza de movilidad, que incluye la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), con los votos favorables del PSOE y la UPL y deja abierta la puerta a multas en el futuro. La medida salió adelante tras un tenso debate en el salón de plenos y con el rechazo frontal del Grupo Municipal Popular.

El portavoz del PP, David Fernández, calificó la ordenanza de movilidad de León “chapuza” que “perjudicará a todos los leoneses”. En su opinión, “se han cerrado arbitrariamente varias calles del centro sin vinculación a ningún indicador contaminante”, una decisión que, a su juicio, provocará más problemas de tráfico.

Choque por las calles peatonales

Desde el PP recordaron que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León declaró “nulos” los cierres de varias calles peatonales tras un recurso presentado por los populares. A pesar de ello, Fernández acusó al PSOE y la UPL de “seguir adelante” con un modelo que, asegura, no ofrece alternativas de aparcamiento ni mejoras en el transporte público.

Fernández dirigió también un aviso a la Unión del Pueblo Leonés: “Tendrán que ser consecuentes y responsables de las decisiones que toman”.

La aprobación de la ordenanza abre también un temido escenario nuevo: cuando entre en vigor, el Ayuntamiento tendrá la capacidad de sancionar el acceso indebido a las calles peatonalizadas del centro gracias a la instalación de cámaras de control.

Aunque de momento no se han activado, la norma deja abierta esa posibilidad, lo que generó debate en el pleno sobre el futuro de la movilidad en la ciudad y el impacto que estas medidas podrán tener en vecinos, comerciantes y conductores.

La sesión dejó también otras intervenciones destacadas. Desde el PSOE, el concejal de Movilidad Vicente Canuria defendió la ordenanza como “una norma viva sujeta a cambios” y negó cualquier ilegalidad, recordando que las alegaciones estimadas por los técnicos han sido incorporadas al texto.