- La Asociación Belenista de León explica las recomendaciones para montar en casa una de las representaciones imprescindibles de la época navideña
«No es el belén, es el belenismo, es el sentimiento, es lo que te atrae, lo que lo convierte en Patrimonio Inmaterial». Así es como explica Nieves Aguilera de la Asociación Belenista de León su afición a montar el belén. Asegura que no solo se trata de un gesto que tiene lugar en estas fechas, el belenismo es algo en lo que se piensa durante todo el año. Tanto es así, que a lo largo de las últimas décadas de buscar y buscar figuras, las más únicas y especiales, se ha hecho con una colección de 520 belenes.
La fecha correcta de inauguración: el día de la Inmaculada
Son muchos los encargos que reciben en la asociación durante estas semanas, ayuntamientos, empresas, entidades, todos quieren montar el belén y tenerlo listo junto con los adornos navideños, eso sí, cada año antes, también en las casas, haciéndolo incluso a partir de mediados de noviembre. «Cada vez es más un negocio, y depende en qué lugares, si además se cobra entrada, cuanto más tiempo se tenga, más dinero se recauda», avanza Nieves.
Sin embargo, Nieves asegura que la fecha tradicional de montar el belén toda la vida ha sido este puente de la Constitución Inmaculada, concretamente el propio día 8 por ser, precisamente la anunciación de la Virgen Inmaculada Concepción, cuando anuncia que está embarazada, y mantenerlo, 40 días, hasta el 2 de febrero, día de las Candelas, que es la presentación del Niño en el Templo.
Temática
Cada uno es libre de montar su propio belén a su gusto. Hay mil formas, tipos de figuras, materiales y formas de hacerlo. Sin embargo, Nieves apunta que una cosa es montar una escena y un diorama abierto, y otra es el pueblo, las costumbres, las casas, los campos, y los animales.
Escuchando a Nieves se aprenden muchas cosas sobre el belén, sobre cómo montarlo y qué no debe faltar. Pero sobre todo se conoce de cerca una pasión que se mantiene muchas veces por los niños y que ella se muestra orgullosa de que así sea, por eso no le importa que existan nuevos y modernos belenes realizados con figuras de Playmobil o piezas de Lego, asegura que «mientras se siga conservando la tradición y no se pierda y esté bien montado». Pero si vamos a lo más tradicional, Nieves cuenta que en el sur se montan belenes espectaculares, y que en muchas provincias o ciudades tienen figuras únicas.
La importancia de la cronología
Si no se tienen muchas piezas, o no se han heredado, o no se puede invertir mucho en un gran belén, si solo se puede optar por algo sencillo, lo recomendable es el Nacimiento propiamente dicho, el portal de belén, o como debe llamarse ‘el Misterio’, esto es el San José, La Virgen y el niño Jesús, que completo sería con los animales, el portal y algún pastor adorando al niño. Una idea es, empezar por poco, y cada año ir añadiendo más, de estar llegaría el momento de los Reyes Magos, también en el portal adorando al Niño y llevándole sus presentes. Así, el Misterio, sería lo más sencillo y otras dos escenas que no deberían faltar son la Anunciación y los Reyes Magos.
A partir de ahí, todas las escenas que se nos ocurran hasta construir un pueblo, el pueblo de Belén, con sus casas, sus vecinos, sus oficios: el panadero, el herrero, el carnicero, pastores, huertos… Algunos incluso se atreven con la Huida a Egipto, y el Castillo de Herodes, pero esto, recuerda Nieves, como todo, ha de guardar la cronología que explica la historia. No se puede colocar de cualquier manera. De la misma forma que si se opta por colocar la Adoración de los Reyes Magos (que están en dos escenas, también en la Epifanía) debemos ir acercándolos cada día hasta el portal.
El movimiento y el agua
Nieves Aguilera explica que, aunque sabe de la fascinación que ofrece las figuras con luces y movimiento, ella no es muy partidaria. Si bien es cierto que tanto a niños como a mayores es algo que les llama la atención, la realidad es para montar un buen belén no es necesario que la rueca se mueva o el carpintero esté cortando con el serrucho.
Además, el agua, otro de los atractivos de los belenes, puede suponer un riesgo. Tanto el movimiento, como las luces y el agua, argumenta la experta, suponen un riesgo de fuga o electrocución, algo a lo que desde la Asociación Belenista no suelen arriesgarse porque en ocasiones les ceden espacios que no pueden poner en peligro.
Montar el belén es una tradición navideña que no debería faltar en ninguna casa, y tanto Nieves como su marido, Fernando, trabajan incansablemente con cariño, gusto y paciencia, para que en León se siga conservando, con trucos y consejos para que además de ser un momento bonito para vivir en familia y adornar esta época del año, se convierta en un trabajo experto y profesional que hoy en día ya se considera un arte y Patrimonio Inmaterial de nuestro país.
El belén de las fotografías está formado por figuras conocidas como Cabezones de Alborox, una localidad en Granada, y puede verse en el escaparate de 24Siete Producciones en la plaza de Regla, 2.