En un clásico del balonmano español que prometía intensidad, el Barça Granollers se impuso al Ademar con un ajustado 39-36, gracias a una actuación sólida en ataque y una defensa rival que no terminó de encontrarse.
Desde el inicio, el Granollers mostró una mayor efectividad ofensiva, liderado por Urdangarín, quien comandó con claridad a sus compañeros. Pese al buen ambiente en las gradas (con el padre de Urdangarín presente), el conjunto leonés se vio lastrado en defensa y no pudo contener los embistes visitantes.
El Ademar lo intentó todo, especialmente con el empuje de los hermanos Pérez Arce, que imprimieron ADN marista al juego local. Sin embargo, los intentos de remontada se quedaron cortos. La falta de solidez defensiva resultó decisiva.