Una ley aprobada por la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente para perseguir a los que critiquen al narcorégimen
hay un lugar en mundo donde se pueda ver funcionando a una maquinaria de la mordaza como la que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han comenzado a instaurar, es en Venezuela.
La narcodictadura de Nicolás Maduro ha fracasado económica y socialmente, pero ha sido muy exitosa reprimiendo, asesinando y ejerciendo un control casi absoluto de la información, y en este último punto se sirven de la denominada «Ley contra el Odio». Un instrumento legal con 25 artículos que fue aprobado por la inconstitucional Asamblea Nacional Constituyente en el año 2017 –cuando la presidía la famosa Delcy Rodríguez– para maniatar todo tipo de opiniones contrarias al narcorégimen.
La ley castiga lo que ha sido definido como «delitos de odio» con hasta 20 años de cárcel y también prevé la fórmula para ilegalizar partidos políticos y cerrar medios de comunicación que envíen mensajes «a favor de la guerra o (hagan) apología del odio nacional».
Pero el rango de acción no se circunscribe exclusivamente a la emisión de estos mensajes en radio o en televisión, como era de esperarse la dictadura vigila muy de cerca los mensajes que se emiten en las redes sociales y en aplicaciones de mensajería privada como WhatsApp, «queda prohibida la publicación de mensajes de odio, violencia o que inciten a esto, en redes sociales y otros medios de comunicación digital», reza el documento.
Jesús Mitchelle Torres de periodistadigital