17.6 C
León
domingo, 6 octubre 2024

Mi verdad

Mi verdad
(Acerca de unas manos que sujetan).
Yo era una gota de agua;
nací del rocío de una rama de chopo
cristalizada por la noche
que se rompió en mil pedazos
al alba
y por amor,
como todo lo que se hace añicos.
Llegué a sus manos casi congelada
y me deshice en su calor.
Mi piel se convirtió entonces
en la suya.
Me rompí para que me reconstruyeran,
-porque podían-,
e hice lo mismo con cada una de ellas.
Empezamos despacito,
a acercarnos hasta que nos tocamos,
y mi hombro se sujeto en el suyo,
y su hombro en el suyo
y así sucesivamente,
hasta que volvieron al mío.
Primero fuimos un reguero,
y después un río,
y al año siguiente una corriente indómita
y al siguiente un mar de verdes
y al siguiente un océano,
y pronto dejamos de distinguir nuestros límites
y nos fundimos con el cielo.
Nos vimos, de repente,
entralazadas, como ramas,
pero esta vez, inquebrantables.
Y nos desvestimos, ajenas al tiempo.
Entonces nos volvimos tan inabarcables
que descubrimos el amor verdadero.
Aquél que te aprieta la mano,
te besa en un abrazo,
y te devuelve al camino cuando el obstáculo deshace tu rumbo.
Ese amor verdadero que te salva
hasta de ti.
El que hace que crezcas un par de centímetros
porque paseas a su lado.
El que te acompaña por la vida
a través de la vida
y sobre todo,
en su contra.
Mi amor verdadero son ellas
que han plantado flores en mis huellas
para que cada vez que vuelva atrás
ame el camino
y jamás me pierda.
No sé mucho más de las cosas,
pero esa es mi verdad.
 La poeta Andrea Valbuena,

Artículos Relacionados

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimas Publicaciones