Juan Flecha. La primera vez que probé un vino Don Suero Reserva fue en una boda ilustre celebrada en el hotel Conde Luna. En ese hotel estuvo también de cocinero residente el célebre José Gutiérrez Tascón, autor del libro “La Cocina Leonesa” y gran defensor de nuestra gastronomía.
El sábado día 5 de abril se celebró, en el hotel Conde Luna la cena del Pregón de Semana Santa, organizado por “La Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de León”, con un curioso menú que ha levantado cierta polémica en redes sociales y en otros ámbitos. Eran los vinos elegidos los que sacudieron los ánimos de la gente. Los vinos elegidos eran un vino blanco de Rueda y un vino tinto de La Rioja, ambos de la marca marqués de Cáceres.
A lo largo de estos años he visto los vinos del Bierzo en restaurantes de México; el embajador de España en República Dominicana , en uno de sus actos protocolarios en ese país, sirvió con orgullo un rosado de León; En la feria Sial, en Shangai, hace casi 20 años, vinos tintos de la D.O. León, sirvieron para maridar con Jamón de Guijuelo en una recepción del Rey de España y autoridades chinas. Vinos de bodegas como Pincerna, Pardevalles, Gordonzello, Losada, Peique, Beberide y tantas otras, ganan permios en concursos internacionales y son apreciadas en todo el mundo. Enólogos como Raúl Pérez o Alvaro Palacios, son reconocidos internacionalmente.
Y mientras tanto, en los bares y restaurantes de León, seguimos consumiendo ingentes cantidades de verdejo de Rueda, a pesar de que haya también verdejo en León o frente a nuestro Albarín o Godello. Vamos de vinos con rosados de cualquier sitio frente a los de León y cenamos con Riberas y Riojas, suponiendo una gama y calidad superior a nuestros vinos y pagándolos más caros.
Hay muchas diferencias entre la Semana Santa de León y la de Valladolid o la de Sevilla, pero a mi entender la mayor cualidad es que la de León es la nuestra. Y puedo llegar a entender que si en el menú del pasado sábado de “La Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de León” había marisco, no lo sustituyeran por cangrejos de rio, aunque Tascón lo hubiera hecho. Pero que en una cena tan significativa, tan de León, previa a la Semana Santa, de León, de La Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de León” no incluyeran un vino de León, más que un desliz, un improperio, una desdicha, un menosprecio, parece cosa del diablo, casi un sacrilegio.
Reflexionemos hermanos, ahora que viene la Semana Santa, si no somos nosotros los primeros en la defensa de lo nuestro, no esperemos que nadie de fuera venga a defenderlo. Y no echemos la culpa a Valladolid, que esto es cosa nuestra. En un examen de conciencia tenemos que saber que los productos de León son excelentes. Debemos consumirlos y será la mejor manera de educarnos en esta creencia.
¡ Viva León y Viva el Vino !