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León
lunes 3 noviembre 2025

La mujer que lanzó ácido a un exmilitar ciego en Jiménez de Jamuz “no es su expareja”

  • “Me cago en dios”, le dijo la agresora a M. tras lanzarle ácido. Y luego, cuando el líquido le había alcanzado en rostro y torso: “Que nadie te toque”
  • La investigación descarta que la atacante del 15 de agosto sea A., su expareja, que fue condenada en mayo de este año por intentar asesinarle en 2020 con veneno que escondió en una chocolatina. Aún está en libertad 

Atacan con ácido en la calle al militar cuya ex fue condenada en mayo por intentar asesinarle

No hay hasta el momento detenidos por el ataque con ácido que el 15 de agosto sufrió un exmilitar leonés cuando paseaba por Jiménez de Jamuz. Se sabe que quien lanzó el líquido abrasivo a M. era una mujer. Fue él mismo quien lo confirmó. “Me cago en dios”, le dijo ella tras lanzar el ácido. Y luego, cuando el líquido le había alcanzado en rostro y torso: “Que nadie te toque”, le espetó con un acento muy marcado.

Pero la investigación descarta que la agresora de M. sea la misma mujer que hace cinco años intentó asesinarle con raticida que escondió en una chocolatina. “Ella no fue quien lanzó el ácido”. Hace unos meses, A. fue condenada a 12 años y medio por ello, pero aún permanece en libertad porque no se ha ejecutado la sentencia. “No fue ella” quien lanzó el ácido a su expareja ataviada con un equipo de protección individual en pleno agosto mientras portaba un cartón para protegerse.

Una cámara de una vivienda recogió lo que ocurrió antes y después de la agresión: Se le ve pasar a él caminando hacia arriba, como solía hacer casi a diario. Se la ve pasar a ella, completamente tapada con el traje blanco de plástico y un cartón en la mano. No se aprecia ningún recipiente en sus manos, “quizás queda oculto tras el cartón y por eso no se aprecia en la imagen”.

Consumado el ataque con ácido, la cámara recoge cómo ella camina de vuelta hacia el vehículo que la recogía poco después al fondo de la calle. También pasa él, que se ha quitado la camiseta, caminando hacia la casa familiar. Entre medias, han llegado dos ambulancias y  en los bares del pueblo ya empieza a rumorearse que han vuelto a “hacerle algo” a M.

“Estupefacción, rabia e impotencia”, reconocen los vecinos. Cuentan que nadie se esperaba algo así, “a pesar de todo lo que había pasado ya, que fue como una película de terror”. Y se refieren al calvario de un chaval del pueblo al que conocen “de toda la vida”, que en los últimos cinco años ha visto desmoronarse toda una vida “y ha sobrevivido como un jabato” por las consecuencias de la despiadada violencia de su expareja.

En la familia de la víctima, máxima cautela, “confianza en la justicia” y preocupación por unos hechos que “les pillaron desprevenidos”. “Él ya ha sufrido bastante, ni se nos ocurrió que pudiera pasar algo así”, reconocen. A la espera de que la investigación avance y señale quién pudo desplazarse hasta Jiménez para atacar a M. con ácido, en la familia del hombre todos han extremado las precauciones y ninguno anda ya solo por el pueblo, “y mucho menos los menores”.

Tres ingresos en la UCI, 705 días para curarse, daños físicos y neurológicos y una incapacidad permanente absoluta son las terribles huellas que dejó en M. el intento de asesinato que sufrió en 2020 de manos de la mujer con la que había decidido no seguir como pareja. La sentencia condenatoria recoge que ella quiso envenenar a este exmilitar del Ejército del Aire con una dosis letal de talio que escondió en una barra de chocolate que le hizo llegar a través de su hijo: “debía convencerlo para que lo tomara”.

M. logró sobrevivir en 2020 al veneno y ahora se recupera de las lesiones que le causó hace unas semanas el ácido que le arrojó una mujer en plena calle. “Deporte, muchos cuidados y el arropo de los suyos” son su medicina, a la espera de que la lenta acción de la justicia traiga la calma a una familia que “ya ha sufrido lo indecible”.

A la espera de que se ejecute la sentencia condenatoria que llegó cinco años después de la primera agresión que sufrió M., quedan por atar algunos cabos para que la investigación avance y señale a la autora del ataque con ácido y determine si tuvo ayuda y de quién para ejecutar tan macabra agresión.

La expareja de M. permanece ahora en libertad. El intento de envenenamiento se produjo el 22 de junio de 2020 y desde el 30 de julio de ese año la agresora estuvo en prisión preventiva durante ocho meses y 20 días, hasta que en abril de 2021 un magistrado estimó el recurso de su abogado -un penalista madrileño- y la dejó libre.

El 12 de mayo de  2025 la Audiencia Provincial de León condenó a A. a 12 años y medio de prisión por asesinato en grado de tentativa. Por el momento, no se ha ejecutado la sentencia.

Otro procedimiento judicial deberá dirimir quién atacó con ácido a M. el 15 de agosto de este año en Jiménez de Jamuz. La investigación continúa: se busca a una mujer y a la persona que pudo ayudarle a llegar e irse de Jiménez de Jamuz en un vehículo que quedó registrado en alguna cámara de seguridad de la zona.

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