- “La fauna salvaje debe convivir con la actividad agraria, pero no puede ser el apicultor quien asuma en solitario los costes de esa convivencia”, advierte la coordinadora
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de León mostró este lunes su “profunda preocupación y malestar” por el retraso “inaceptable” en el pago de las ayudas compensatorias derivadas de los daños ocasionados por el oso pardo en las explotaciones apícolas de la provincia, ya que los últimos pagos hechos por la Junta de Castilla y León corresponden al año 2023, lo que deja “casi de dos campañas completas sin indemnizar mientras los daños siguen acumulándose año tras año”.
Una situación que “está generando una gran tensión económica entre los apicultores, que ven cómo sus colmenas sufren ataques continuos por parte del oso pardo, pese a que ponen todos los medios posibles de prevención, como cierres eléctricos, pastores y otras medidas disuasorias”.
Desde Coag quisieron agradecer la labor de los técnicos encargados de tramitar los expedientes, que “han realizado su trabajo con eficacia y diligencia, permitiendo que la valoración de daños esté ya finalizada hasta 2024”. Sin embargo, advirtieron que es la Junta de Castilla y León la que no ha habilitado aún el presupuesto necesario para efectuar el pago de dichas ayudas.
Por ello, exigieron a la Junta de Castilla y León que acelere de manera inmediata el pago de estas ayudas, porque “la fauna salvaje debe convivir con la actividad agraria, pero no puede ser el apicultor quien asuma en solitario los costes de esa convivencia”. “En un contexto ya de por sí difícil para el sector primario, estos retrasos suponen un castigo adicional a quienes trabajan día a día para mantener viva la actividad apícola en zonas rurales de montaña, donde el oso pardo se encuentra más presente”, finalizan.