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lunes 3 noviembre 2025

Marcos, el militar que sobrevivió a dos ataques de una mujer: “Soy jodido de matar”

  • Incapacitado para su profesión por las lesiones que padece tras el intento de asesinato de 2020 con chocolate envenenado, declara esta semana en los juzgados de La Bañeza sobre el ataque con ácido que sufrió este verano en el pueblo de su madre

A la vía penal el ataque con ácido de una mujer a Marcos, el militar cuya ex intentó matar con veneno en una chocolatina

No quisiera este hombre menudo y discreto haber acaparado tantos minutos de televisión en los últimos días tras la detención de la mujer que presuntamente le atacó con ácido este verano en Jiménez de Jamuz. Militar y muy deportista, admira comprobar que Marcos (León, 1986) mantiene las ganas de seguir adelante a pesar de los pesares.

Siendo él la víctima, ha tenido que pedir protección a la Guardia Civil para evitar el acoso de reporteros televisivos que han llegado a timbrar en el portal de la vivienda que habita con sus hijos en un pueblo de León. No quiere hablar, pero le gustaría que todo el mundo se enterara que la mujer que intentó asesinarle en 2020 y que ahora está presa en Mansilla mientras se investiga el ataque con ácido de agosto “es sólo la madre de mis hijos, que yo nunca me casé con ella“, aclara a León24horas.

Se habían conocido una noche “de fiesta en Astorga”. “Yo tenía 18 o 19 años”, dice Marcos. Ella dos menos. Tuvieron dos hijos, estuvieron juntos una docena de años y en 2019 él decidió que no quería seguir con ella.

La astorgana A.M.O. está en prisión como investigada por el ataque con ácido a Marcos, su expareja, de este verano en Jiménez de Jamuz. | LEÓN24HORAS

Dice que nunca supo quién era la mujer que se vistió con un epi en pleno agosto y le esperó en una esquina para lanzarle ácido. “Me cago en dios”, le dijo la agresora tras lanzarle el líquido corrosivo. Y luego, cuando el líquido le había alcanzado en rostro y torso: “Que nadie te toque”.

Convencido Marcos de que la agresora era “otra mujer” (asegura que hasta fingió “otro acento”), a la investigación no se le pasó por alto el detalle de que alguien que atentaba contra la vida de este hombre de 41 años se preocupara de que nadie le tocara tras lanzarle el ácido. 

Con todo, fuentes cercanas a la investigación dejaron caer entre los periodistas que la expareja de Marcos quedaba descartada. Se barajó que la autora material pudiera ser alguien cercano a la ex de Marcos, incluso alguien que hubiera conocido durante su breve estancia en prisión preventiva en Mansilla en 2021. Había una cierta trampa: los guardias querían que ella se confiara y no fuera consciente de que estaba bajo la lupa de la Guardia Civil, que seguía sus pasos en el pueblo del alfoz de León donde residía la mujer de 39 años junto a sus abuelos.

Marcos ha leído lo que se ha escrito sobre sus agresiones y ha visto cómo gente con la que apenas trata ha salido en televisión presumiendo de amistad con él. Marcos se ha cabreado. Con todo, este exsargento del Ejército del Aire que trabajaba en Villanubla es todo un ejemplo de superación y se siente “afortunado”. “No me quejo, que estoy vivo”, contó a León24horas, “son cosas que pasan”.

“Como me dice mi brigada, soy jodido de matar”, bromea. Su única preocupación son sus dos hijos pequeños, a los que se dedica “en cuerpo y alma”.

Sonríen los amigos de Marcos cuando se le cruzan por el pueblo donde reside y lo ven caminar entre uno y otro niño. “Se cuidan los tres que no veas, impresiona verlos juntos”, dice un chaval que les conoce bien, que describe a la periodista cómo el hijo mayor suele ir detrás -Marcos entre ambos- con el móvil en la mano, “por si vuelve a surgir algún problema”.

Con una detenida por el ataque con ácido, la familia de Marcos y quienes le quieren han respirado “algo más tranquilos”. Él también. Todos tenían miedo, Marcos dice que “él no”. En Jiménez no ha extrañado la detención de A.M.O. como presunta autora del ataque con ácido del 15 de agosto.

La mujer detenida, astorgana, es la expareja de Marcos, la madre de sus hijos, la misma mujer que en mayo de este año fue condenada en la Audiencia Provincial de León por asesinato en grado de tentativa. Según recoge la sentencia (ella ha recurrido, en noviembre se falla la apelación), en junio de 2020 A.M.O. entregó chocolate envenenado al mayor de sus hijos para que se lo hiciera llegar a Marcos, tal y como el propio pequeño contó al tribunal entre lágrimas. “Aunque no me gusta mucho, insistieron tanto los niños que lo comí”, recuerda Marcos. Sobrevivió de milagro: pasó por tres centros hospitalarios, tuvo cuatro estancias en la UCI y tardó 705 días en curarse.

El 22 de junio de 2020 Marcos recogió a sus hijos en la que fue la vivienda familiar, en Santovenia de la Valdoncina. De camino a casa de él, en el alfoz de León, los niños le entregaron el chocolate que les había dado su madre y lo comió, según recoge la sentencia que la condena por intento de asesinato. | SM

Las secuelas de Marcos son irrecuperables. Casi cinco años después de que intentara envenenarlo con talio (un potente raticida) llegó la sentencia: doce años y medio de prisión y una indemnización -“que nunca cobraré”- de 822.592,85 euros. Él contó en el juicio que había hecho testamento porque “tenía miedo”.

Esta semana, ayer martes, se celebró en la Audiencia una vista sobre si A.M.O. debe estar en prisión o no por la causa del chocolate. Ella asistió por videoconferencia desde Villahierro. No quiso hablar. La sentencia aún no es firme y el abogado de ella considera que la condenada en primera instancia “no sería un peligro” si se mantuviera la libertad provisional acordada en 2021.

La condenada recurrió al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y la sentencia no se ejecutó. Por eso A.M.O. no entró en prisión hasta que ha sido detenida por la agresión con ácido. Nadie debió de pensar estos meses en el peligro que corrían este hombre o sus hijos. El 15 de agosto, Marcos sufrió un nuevo ataque que ahora la investigación atribuye a la misma autora. “Con esa condena, si la víctima fuera una mujer el agresor habría entrado inmediatamente en prisión”, dijo un familiar cercano que no se explica la desprotección que ha sufrido Marcos desde el mes de mayo.

Esta semana, Marcos contará en el juzgado de La Bañeza qué recuerda sobre la tarde del 15 de agosto y el ataque con ácido que sufrió. Él había ido a pasear, como tantos días. “Al volver, había alguien en la esquina con un epi blanco. Pensé: vaya día para sulfatar”, contó Marcos a León24horas. Una cámara de la zona grabó a la agresora calle arriba y -consumada la agresión- en su camino de vuelta. También grabó a Marcos apurado desnudándose y regresando a casa para ducharse, como había aprendido en unas maniobras militares.

La instrucción del caso, que ya no está bajo secreto de sumario, debe determinar ahora si la agresora de Marcos viajó sola en coche desde su pueblo a Jiménez de Jamuz o si contó con ayuda de alguien. A la detenida la habían visto varios días merodeando por el pueblo.

Con lesiones en rostro y torso, apenas unos días después, Marcos participó -y completó- una carrera a unos pocos kilómetros de Jiménez de Jamuz. “Hay que seguir adelante, siempre hay que seguir”.

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